Los límites del suelo

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ESPACIOS SIN LÍMITES

 

LINEAS,  en ellas está el espacio del vacío, del silencio más profundo.
Utilizo un repertorio limitado de motivos, franjas verticales y horizontales de longitudes y anchuras variables .Voy eliminando elementos del cuadro y me voy quedando con pocos signos, de forma que la línea representa la parte más importante de la obra. Son gestos y a la vez,  recorridos de pinceladas sobre la superficie.
Trabajo con un sistema  cuadriculado de bandas gruesas y delgadas que se interseccionan convirtiéndose a su vez habitáculos cuadrados y rectangulares que van tejiendo el territorio asemejándose a un paisaje urbano.
Líneas regulares, sistemáticas y sin reservas; mis manos intervienen, unas veces dejando huellas y otras guiando el pincel hasta los bordes del cuadro con la única intención de llevar al espectador mentalmente a un lugar sin límites, al vacío, a la nada con un mestizaje de color que dan paz y armonía.
EL GESTO de los  trazos abarca  parte de la superficie dejando a su paso partes en blanco sin texturas creando franjas continuas, los bordes son sólo una limitación espacial  y con ello pretendo proporcionar continuidad a la obra.
Unas pinceladas son sueltas rápidas y ligeras, otras, por el contrario son contenidas y meticulosas.
EL COLOR es una parte fundamental en mi obra ya que con el reconstruyo esa superficie inicialmente monocroma que se va transformando en  formas geométricas  con mucha luz. Las sucesivas capas de color que aplico hacen que las líneas parezcan defectuosas. La precisión  y la geometría contrastan con la irregularidad de los trazos.
Utilizo gamas de colores en las obras. Todas las piezas del cuadro tienen que ser armónicas formando a su vez un nexo de unión entre ellas.
El proceso de las obras es lento, capa sobre capa hasta dar con la textura adecuada para cada pieza.
Pienso en mi pintura como algo emocional, que surge de mi interior deseando construir y deconstruir el espacio y la arquitectura que ven mis ojos de una manera personal,  interviniendo con colores intensos y líneas que unas veces son evidentes y otras por el contrario se insinúan  por medio de veladuras.
Unas líneas me llevan a otras formando caminos y laberintos, esto me produce dudas a la hora de crear equilibrio y orden entre las piezas. Estas, van surgiendo como si hubieran estado dormidas  esperando tan solo a que yo les diera forma  para dejarlas salir a la superficie.
Es un trabajo meticuloso, todo tiene que estar como lo “veo” en mi cabeza, cada pincelada, cada color, cada forma y textura - reconozco que a veces me desespero.
Mis piezas no tienen un final evidente,  ya que las obras se proyectan mentalmente hasta el infinito, pudiéndose tratar de obras inacabadas, pues son muchas las posibilidades que existen entre unas y otras. Se asemeja a un sendero sin guía que ofrece al caminante diferentes espacios llenos de color.
Marta Vega 2004